Las promesas energéticas del gobierno. A un año de que termine su gestión*, por José Carlos Femat**
Introducción
La actual administración llegó al poder con una serie de promesas para el sector petrolero que, hasta ahora, no han sido cumplidas. La retórica de la autosuficiencia energética, que comprendía la reducción de exportaciones y el aumento de la producción de petróleo, la mejora de la producción de petrolíferos y refinación y la reducción de las importaciones de petrolíferos han sido temas recurrentes en sus discursos. Sin embargo, la realidad nos muestra un panorama diferente. Hoy toca analizar cada una de estas promesas.
Plataforma petrolera, por Karim Meza
Exportaciones de petróleo
Una de las promesas clave de la administración era dejar de exportar petróleo crudo a partir de 2023. No obstante, los altos precios del barril a nivel internacional parecen haber doblegado esta intención, haciendo que los ingresos por exportaciones de petróleo crudo hayan aumentado, alcanzando su mayor nivel en siete meses, en mayo de 2023, cuando ascendieron a 2 mil 181 millones de dólares. Esta situación refleja un incumplimiento de la promesa inicial de reducir las exportaciones de petróleo y destaca la dependencia continua de México de las ventas al extranjero como fuente de ingresos. Aunque el gobierno ha argumentado que las exportaciones son necesarias para financiar el presupuesto público, la discrepancia entre la promesa y la realidad es evidente.
Producción de petróleo
La producción petrolera mexicana ha estado por debajo de las metas planteadas. A pesar de un ligero aumento en mayo de 2023, aún está lejos de la meta sexenal de 2 millones de barriles por día. Sin contar a socios privados ni la producción de condensados, (1) la producción de Pemex se ubicó en 1 millón 580 mil barriles diarios al mes de agosto, cifra 1.73% por arriba de la del mes inmediato anterior. Esto plantea interrogantes sobre la capacidad de la administración para lograr la autosuficiencia energética prometida. La falta de inversión en infraestructura y exploración, así como los desafíos técnicos en campos petroleros existentes, han contribuido a este incumplimiento.
Producción de petrolíferos
La producción de petrolíferos, incluyendo gasolina y diésel, también sigue sin cumplir las metas propuestas. A pesar de los esfuerzos de modernización, la producción en agosto de 2023 cayó un 1.2% en comparación con el año anterior, para ubicarse en 812 mil 125 barriles diarios. Hay que decirlo: en comparación con agosto de 2018, se observa un aumento de 19.5%, aunque cabe señalar que en una década esta producción se ha reducido el 37%. Estos datos muestran la falta de avance en la producción de petrolíferos y plantean dudas sobre la capacidad de la administración para mejorar este aspecto crucial de la industria. La caída en la producción de gasolinas y diésel es particularmente preocupante, ya que estos combustibles son vitales para la economía y el transporte en México.
Refinación
Aunque se ha invertido en la rehabilitación de refinerías y se ha construido una nueva, la capacidad de refinación de Pemex sigue siendo insuficiente. En agosto de 2023, las refinerías operaron sólo al 48.5% de su capacidad, lo que indica que México todavía depende en gran medida de las importaciones de combustibles. La promesa de lograr la autosuficiencia energética a través de la refinación local está lejos de cumplirse, y el país sigue siendo vulnerable a las fluctuaciones en los precios internacionales del petróleo.
Importación de combustibles
A pesar de los esfuerzos por reducir las importaciones de combustibles, México sigue importando grandes cantidades. Entre enero y agosto de 2023, se importaron 646.4 mil barriles de gasolinas por día y 250.1 mil barriles diarios de diésel, lo que significa que las importaciones cubrieron alrededor de 59 % y 62.5% de la demanda nacional, respectivamente. Estas importaciones siguen siendo una realidad, a pesar de la promesa de reducirlas. A medida que el país sigue dependiendo de los combustibles importados, se plantea la pregunta de si la autosuficiencia energética es una meta alcanzable en el corto plazo.
Refinería, por Karim Meza
Conclusión
En resumen, las promesas de la administración en materia petrolera no se han cumplido como se esperaba. Las exportaciones de petróleo han aumentado, la producción de petróleo no ha alcanzado sus objetivos, la producción de petrolíferos y refinación siguen siendo insuficientes y las importaciones de combustibles continúan siendo necesarias. Esto plantea dudas sobre la capacidad del gobierno para lograr la autosuficiencia energética y cuestiona la viabilidad de las promesas hechas en campaña. La realidad es que México todavía enfrenta desafíos significativos en el sector petrolero que deben abordarse de manera efectiva para garantizar la estabilidad y la independencia energética del país. A medida que pasa el tiempo, es crucial que se tomen medidas concretas para abordar estos desafíos y cumplir con las promesas hechas al pueblo mexicano en materia de energía.
*Este artículo fue publicado en el podcast del autor La voz de la energía.
(1). Los condensados son hidrocarburos que se encuentran en forma de gas en los yacimientos de petróleo y gas natural. Imaginemos que son pequeñas gotas de vapor que, al contacto con la temperatura superficial, se transforman en un hidrocarburo muy ligero. Varios analistas consideran “tramposo” que Pemex incluya a los condensados como parte de su producción, ya que otros países no lo hacen, y esto “infla” las cifras. Los condensados equivalen al 15% de la producción de crudo.
*José Carlos Femat es economista, académico y experto en el sector energético. Tiene más de 20 años de experiencia en gestión, organización y dirección de proyectos, asuntos internacionales, energía oil & gas, comercio exterior, políticas públicas, operación y administración de recursos naturales. Es además licenciado en Economía por el ITAM y Maestro en Historia y Desarrollo Económicos por la London School of Economics (LSE).