Publicamos cultura e innovación tecnológica
Vos%2BEdiciones%2BLogos%2Btira%2Bnegro%2By%2Bgris.jpg

BlogVos

El blog de Vos Ediciones es el espacio de reflexión y análisis de amplio espectro de la industria de la manufactura, con temas vinculados a las políticas públicas e industriales, las finanzas, la economía, la educación y el ocio.

Qué es eso de la cultura del libro, por Francisco Vásquez*

Vamos por la vida caminando, a veces corriendo. En autobús, en auto, en metro. La mente siempre está ocupada con las ideas claras o amorfas del día. En la mano siempre un celular, unas llaves, una cartera, un bolso. Se recomienda un poco de ejercicio, un buen desayuno, una taza de café, yo recomiendo también una buena lectura de algunas páginas de un buen libro.

Ciborg lector

Ciborg lector análogo digital

A esto se reduce la cultura del libro. Comenzar el día con uno en las manos y con la mirada puesta en  él y escuchar lo que tiene por decirnos. Quisiera hacer énfasis en lo que se conoce como cultura del libro.

La cultura del libro, nos dice el Chat GPT, “es fundamental para el desarrollo de las personas. Los libros son una fuente inagotable de conocimiento y fomentan la imaginación, la creatividad y la capacidad de reflexionar sobre temas importantes.” (Hoy en día hay que citar a la IA para estar in y no out.) Y asegura que “La lectura temprana [en la vida y en el día, anota la R.] es especialmente importante para el éxito académico, ya que ayuda a desarrollar habilidades de comprensión y expresión, además de fomentar el amor por el aprendizaje.”

Pasamos por alto la expresión cursi “fomentar el amor por el aprendizaje”, que denota una clara influencia humana en este recurso de inteligencia artificial, que destaca la importancia del acceso a los libros, lo cual es una obviedad, pero no por ello menos digno de destacar, ya que en nuestro hermoso y desquiciado país, y en muchos otros, el acceso es limitado por razones exógenas a las familias, como los de distribución o la misma economía familiar, aunque también existen razones internas: el desinterés y el poco valor atribuido a los libros y a la lectura.

El famoso Chat continúa: “Los libros de literatura infantil y juvenil son particularmente valiosos, ya que suelen estar escritos con un lenguaje sencillo y con historias que pueden ser fácilmente comprendidas por los niños. Además, estos libros suelen estar ilustrados, lo que ayuda a los estudiantes a visualizar mejor la historia y a conectarse emocionalmente con los personajes.”

Enseguida, destaca que “los maestros juegan un papel fundamental en la promoción de la cultura del libro. Los maestros pueden fomentar la lectura al incluir tiempos de lectura en clase, crear actividades que involucren la lectura de diferentes géneros literarios y ayudar a los estudiantes a encontrar libros que se adapten a sus intereses. También pueden animar a los estudiantes a compartir sus lecturas favoritas y organizar clubes de lectura en la escuela.” Me parece fundamental el tiempo de lectura en clase o en el trabajo, ya que si lo pensamos bien, nunca hay tiempo ni espacios adecuados para leer, ya que esta actividad demanda estos dos recursos limitados para lograr la “concentración”. 

Pero la cultura del libro o, más precisamente, la cultura de la lectura, si bien es una tarea ardua en niños y niñas, en los jóvenes y en nosotros los adultos es una tarea que parece casi imposible de sostener. Por eso, el Chat recomienda los siguientes puntos en torno a la lectura y la escritura en jóvenes que, por otro lado, son perfectamente válidos para adultos formados como somos todos nosotros: profesionistas, ingenieros, licenciados, doctores, técnicos, sociedad en general: 

  • La lectura y la escritura son habilidades fundamentales para el desarrollo académico, profesional y personal en los jóvenes

  • La lectura y la escritura son herramientas esenciales para el pensamiento (razonar e imaginar) y la comunicación efectiva. Los jóvenes que dominan estas habilidades tienen una ventaja significativa en el mundo académico y profesional.

  • La tecnología ha cambiado la forma en que nos relacionamos con la lectura y la escritura. Los dispositivos electrónicos y las redes sociales han dado lugar a nuevos géneros textuales y nuevas formas de comunicación escrita.

  • El fomento de la lectura y la escritura debe ser una tarea compartida, individual y social a la vez. Es importante entender la lectura y la escritura como actividades divertidas y desafiantes, en lugar de aburridas y tediosas.

  • La lectura y la escritura pueden ser herramientas poderosas para ayudar a los jóvenes, y no tanto, a explorar sus sentimientos y emociones. A través de la literatura, pueden aprender a comprender mejor el mundo que les rodea y a desarrollar una mayor empatía hacia los demás.

  • Las personas que leen y escriben personalmente y con frecuencia suelen tener un mejor desempeño académico que aquellos que no lo hacen y una mayor probabilidad de obtener buenos resultados en los retos académicos o profesionales que se  impongan.

  • Finalmente, la lectura y la escritura pueden ser utilizadas como herramientas para fomentar la inclusión y la diversidad en la sociedad. A través de la lectura de libros de autores de diferentes orígenes culturales y étnicos, las personas podemos conocer, aprender y aquilatar las diferencias y desarrollar una mayor tolerancia y respeto hacia los demás.

Más allá de la idealización en la que suelen caer las reflexiones sobre la cultura del libro, y el Chat inteligente no escapa a esta tendencia, por lo que se alcanza a ver, destaca un par de puntos: “la lectura y la escritura” no pueden ser tareas “aburridas y tediosas”, nunca; en todo caso los aburridos y tediosos podemos ser los lectores desinteresados y desprovistos de herramientas para hacerlo, y los jóvenes escritores que lo asumen como una tarea escolar y no como un medio de registro, memoria y expresión creativa. Como dijo un ilustre lingüista hace décadas: “para leer, hay que haber leído”.

Para finalizar, otro aspecto a comentar es el hecho de la inclusión. Los jóvenes estudiantes y los maestros jóvenes quizá han olvidado que el diálogo con los libros ha sido siempre una vía para el conocimiento del otro (y no confundamos con ser necesariamente mejores personas, aunque no se excluye esa posibilidad) y de uno mismo. No sólo en la ficción, sino en la lectura de todo tipo de textos, desde unos versos hasta una entrada enciclopédica, desde un recetario poblano del siglo XVIII, hasta un ensayo sobre el Bosón de Higgs o las memorias de un cineasta. Porque la cultura del libro está intrínsecamente atada con la cultura y se puede acceder a ella en pocas páginas impresas o digitales, siempre al alcance de las manos y los ojos.

Francisco Vásquez

Disponible en X @asiriax

*Francisco Vásquez es editor de contenidos digitales en grupo Edilar, director editorial de Vos Ediciones y doctor en Teoría literaria por la UAM-I.

Artículos relacionados: Anduriñas / Aunque sea leer / La errata de Steiner